Pedro Jose Iglesias León
Soy Pedro Jose Iglesias León y me dedico a la ganadería en libertad de ocas sin alimentación forzada en el término municipal de Calzadilla de los Barros. Vengo de una familia que se ha dedicado tradicionalmente a la ganadería, mi padre siempre estuvo vinculado al ganado y conozco desde niño este oficio.
Y aunque mi familia criaba animal vacuno y porcino, y yo siempre participaba en las labores del campo, me dediqué a la construcción y desarrollé mi carrera profesional en ese sector, y no fué hasta 2015 cuando dí el paso de recuperar el oficio de mis padres y junto a mi mujer y mi hijo montamos nuestra granja de ocas.
Queríamos hacer algo en Extremadura que fuera novedoso y añadiese diversidad a los productos que nuestra región ofrece, así que decidimos apostar por la oca, un animal que aunque vive en esta parte de España y lo utiliza como zona de paso en sus migraciones no se cría habitualmente como producto ganadero.
Así que viajé a Francia, un país donde existe una enorme tradición en la cría de la oca, para documentarme sobre cómo trabajaban allí como este animal. La oca tiene unas propiedades gastronómicas increíbles y unido a la alimentación que aquí encuentra y a la forma de trabajar la carne, nos ha permitido elaborar un producto como el jamón de bellota de oca que cuenta con el sabor tan característico e intenso de los jamones ibéricos.
Ocas que se mueven con libertad
Tenemos la suerte de contar con una finca con una ubicación geográfica en un entorno privilegiado y con un microclima único, ya que se encuentra a escasa distancia del Balneario El Raposo, el cual es también zona de descanso de aves en su periodo de migración. Todo esto convierte a esta ubicación en el enclave perfecto para aprovechar el ciclo natural y conseguir el mejor producto de estas aves.
La crianza de las Ocas en nuestra propiedad se realiza en completa libertad, como manda la tradición ganadera de nuestra tierra, y la alimentación de nuestros animales se compone de los cultivos de la propia finca, cereales, bellotas e higos.
Implementar esta forma de cría fue un desafío para nosotros y durante los primeros 5 años desde que adquirimos la granja hemos realizado una profunda remodelación de las instalaciones, y no pocas pruebas de manejo, siempre con el objetivo de conseguir un producto natural con la máxima calidad y que esté en un equilibrio total con nuestro entorno.
Fruto del esfuerzo en perfeccionar el proceso de cría en libertad y el manejo de las Ocas, hemos conseguido que nuestros productos tengan una carne más sabrosa y una grasa más saludable, con una calidad extra por estar en continuo movimiento en su medio natural.
Elaborando un producto único
Lo que intentamos es tener un producto que tenga justo lo contrario de lo que el mercado ofrece de este animal, es decir, sobrealimentación forzada, cría cautividad y en definitiva animales estresados y que sufren durante el proceso de su cría.
Uno de los momentos donde más sufre el animal es en el transporte, y especialmente en su traslado al matadero. Nosotros hemos luchado mucho por poder albergar en nuestra granja todo el proceso productivo, con lo que la cría, sacrificio y preparación de la oca se produce en el mismo lugar.
Albergar todo el proceso productivo en una misma granja es muy raro en nuestro país y nos permite, junto a la cría en libertad y una alimentación natural, ofrecer un producto de la oca completamente libre de sufrimiento animal, además de tener un control total sobre la calidad y frescura del producto final.
Otra de nuestras preocupaciones con el bienestar animal tiene que ver con el foie, uno de los productos más valorados de la oca. Este animal tiene la capacidad de acumular grasas en su hígado como reserva para las migraciones que este animal realiza anualmente en libertad, de este hígado graso es del cual se produce el foie. Normalmente para producir este foie lo que se hace es forzar al animal a comer para que genere esta reserva en el hígado, nosotros evitamos la alimentación forzada aportándole una dieta muy nutritiva en base a bellotas, cereales e higos y aprovechando los ciclos naturales de las ocas.
De esta forma podemos producir un foie micuit estacional de animales alimentados con bellotas sin necesidad de sobrealimentar a las aves, nuestra producción es menor pero podemos ofrecer un foie más ético y de mayor calidad.