Rogelio Orquín
Mi nombre es Rogelio Orquín y soy natural del pueblo serrano de Aracena. Aunque varias veces tuve la opción de vivir y trabajar fuera, siempre decidí quedarme en mi pueblo natal rodeado de naturaleza y tranquilidad.
Nuestra empresa de patés artesanales Don Rogelio nació gracias en parte a mi anterior trabajo en unos conocidos laboratorios de la zona. En las frecuentes visitas que realizaba a los mataderos locales de cerdo para tomar muestras me llamaba mucho la atención que por aquella época únicamente se aprovechaban las piezas nobles del cerdo, desperdiciando muchas otras partes como son los hígados, tocino, etc. que se podrían aprovechar para elaborar otro tipo de productos. Vimos la oportunidad y con mi mujer Esther nos lanzamos en 2008 a la gran aventura que es emprender en zonas rurales. 15 años después y tras un largo camino juntos estamos encantados de haber tomado esa decisión y de poder vivir en el lugar que amamos.
Hoy en día somos la única empresa que elabora patés artesanales del cerdo iberico en toda la sierra de Huelva, zona de la denominación de origen protegida Jabugo. La oportunidad que nos brinda GOURE es poder vender nuestros productos de manera directa, justa y cercana sin incurrir en intermediarios.
Fuera de la elaboración artesanal de patés, me encanta disfrutar de mi tiempo libre tocando el bajo y la guitarra en un grupo de música que tengo con amigos, The Criminals, donde versionamos canciones de rock. La fotografía y el campo son mis otras dos aficiones.
Finca de los Garridos
Nuestra finca de los Garridos, es el lugar donde vivimos y donde se sitúa nuestra fábrica de elaboración artesanal de patés de cerdo ibérico. Está situada a unos 15 minutos del pueblo de Aracena en dirección a la Solana, muy cerca de la fuente del castaño, principal punto de abastecimiento de agua del municipio. Contamos con una superficie de 4 hectáreas por las que pasa un pequeño arroyo.
Como no tengo ganado en la finca ya que la elaboración de patés me roba la mayor parte del tiempo, suelo dejar entrar el ganado de mis vecinos para controlar los pastos y abonar el terreno. Esta práctica es bastante común en nuestra región.