Una familia, una misma pasión
En 1954 se construyen las Salinas del Alemán, conocidas como Salinas Biomaris, siendo los propietarios de las mismas unos empresarios alemanes y el encargado de su construcción Manuel Gómez, abuelo de Alejandro Limón.
Tras su finalización, Manuel Gómez asume la ardua tarea de extraer y exportar a Alemania la totalidad de la sal marina producida. Exactamente en el año 1985 es cuando las salinas pasan a ser propiedad de Manuel Gómez y son explotadas hasta el año 2003, donde por motivos de su avanzada edad, Manuel se da de baja temporalmente.
Aparece la figura de Manuela Gómez, una de las hijas de Manuel, que por amor al trabajo que había realizado su padre y para seguir disfrutando del paraje natural de las salinas, no permitió que estas se abandonaran.
Manuela da un giro a las salinas introduciendo la producción y extracción de flor de sal y escamas de sal marinas, además de la ya conocida sal marina virgen, convirtiéndose en una maestra salinera de referencia en España. De naturaleza inquieta y visionaria, Manuela pone en valor un subproducto generado en las salinas con fines terapéuticos: el aceite de magnesio y los baños de fango. Además, se empieza a ofrecer un servicio de visitas guiadas por las salinas en la que el turista conoce de primera mano los procesos productivos, la fauna y la flora autóctona de la zona, así como algunas anécdotas curiosas.
Actualmente es la tercera generación: Alejandro, Sabina y Estefanía, tres de los hijos de Manuela, los que inician su andadura a tiempo completo en el proyecto artesanal, orgullosos de seguir trabajando con la misma pasión y dedicación que lo hacía su madre y abuelo; cuidando y mimando ese oro blanco en cada una de sus formas de manera sostenible y comprometida.
Paraje natural Marismas de Isla Cristina
Nuestras salinas 100% artesanas, únicas en la provincia de Huelva, se ubican en el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina, bañadas por la desembocadura del río Carreras y las aguas del Océano Atlántico.
Se trata de un paraje único y una de las zonas de mayor diversidad ornitológica de la provincia de Huelva. Aquí se alimentan, nidifican y crían avocetas, espátulas, cigüeñuelas, la garceta común y el inconfundible flamenco. Compone un extenso humedal con gran valor ecológico debido a la enorme diversidad vegetal y animal que lo conforman. Es por ello que ha sido declarado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), y además está enmarcado en el programa ‘Sal Tradicional Ruta del Atlántico’.
En bicicleta, a pie o a caballo se pueden recorrer los senderos que, partiendo de la cercana población de Ayamonte, discurren por este entorno. Uno de ellos atraviesa la vía verde y llega hasta un antiguo molino mareal que se utilizaba para moler cereales y hacer harinas de pescado con los que se fertilizaban los campos aledaños. Desde aquí, el sendero se adentra en la marisma donde espera al visitante un encuentro con interesantes especies. Paseando en barco por la ría del Carreras es posible llegar a todos los puntos de este paraje natural y contemplar el esplendor y la magnitud del entorno.
